jueves, 24 de julio de 2014

Somos pasajeros


Desde la tierra firme me impacta el horizonte como si estuviera más cerca que nunca, sentado en la lonja cerca del mar con la piel salada y la gente del pueblo poeta, mientras parejas de abuelos, viejos y niños, en esta época del año parecen inherentes. “¿Por qué te vas?, -porque estaba sólo”, le decía el viejo a la vieja. Las respuestas son tan simples como las preguntas; cuando el niño abrazó a su abuela, ella lo sostuvo cariñosa al mismo tiempo que le susurraba… “será mejor que me digas ya qué es lo que quieres”. Estoy seguro que lo complacería. Los ciclos vitales se repiten… tan iguales y tan diferentes. Intentando mover ficha buscamos desde dentro. Si no estás seguro como si fueras el rey de la montaña, no lo hagas aún.

El dibujo… sobre la marcha. El tema...un tem-on!






viernes, 18 de julio de 2014

Magia en la montaña


Subí a la montaña que un día retraté con palabras; pedí prestada la foto para resaltar el marco. Exhausto, esta vez al llegar a meta era yo el que miraba con aire nostálgico el horizonte, era yo el extranjero que un día describí en un antiguo post de este mismo blog, quizás hace uno o dos meses. Era yo el que miraba perdido y regañado hacia abajo, sin oxígeno en los pulmones. Encima del arenal rocoso volví a saber de mis limitaciones y debilidades, y cuando pasé a los abuelos en mi ascensión pensé en mi futuro, me comparé a ellos y el camino que debía abarcar se me hizo largo y pesado, y el calor agotó mis ideas al mismo tiempo que los pulmones se esforzaban cada vez más por administrar el oxígeno. Cuando llegué a la cima de la montaña roja, tuve tiempo para reflexionar, no sé en qué sentido, estaba tan cansado y acelerado que toda la soberbia y vanidad quedaron en cenizas. Y bajé del cielo, y en éstas llegaron los dos abuelos, y se sentaron a mi lado. Y me hablaron como si fuera un nieto, o un hijo. Con la naturalidad y simpleza de quien no debe nada y siempre tuvo patrón, Marcelo y Constancio me dieron palabras sin pedir nada a cambio, llegaron a mi encuentro.

Oriundos del pueblo de granadilla ambos, los tres nos apoyamos en la barandilla a mirar el precipicio oceánico, yo en el centro y ellos a cada lado. Marcelo me apoyaba el brazo en el hombro mientras me contaba la historia de cómo lanzaban proyectiles que encontraban de pequeño desde ahí mismo. Los dos trabajaron en las tomateras de pequeños, “los tomates más sabrosos de las islas porque están manoseados por el viento y regados por el salitre”, me decían. Luego emigraron a Santa Cruz, Constancio chófer de guaguas, Marcelo deambuló por Guamasa, donde tuvo hijos, Tacoronte, donde plantó limoneros, y finalmente por Santa Cruz también, donde nunca escribiría un libro pero otros se nutrirían de su historia, seguro. En el mar pescaron besugos, sesenta kilos, abajo mismo de la montaña. Luego los venderían en el pueblo. Y antes iban a por pulpos y morenas, donde el hotel conquistador quebró la playa y las rocas salvajes, y merendaban pejes verdes con vino, y la madre de Marcelo regresaba luego de San Miguel, donde iba a buscar rosas que luego vendería más abajo.


Y así fue esta mañana, que pensé que tenía que escribir sobre este encuentro en la montaña!
Besos y abrazos!

P.D.: foto de N.S, el tema de Coldplay llevo días escuchándolo por diferente gente! I like it!

jueves, 17 de julio de 2014

El ralentí es el régimen mínimo de revoluciones por minuto


A veces las fases de transición están marcadas por puntos de inflexión, etapas dónde sólo a "posteriori" sabemos identificar fronteras. A veces son un cúmulo de cosas, a veces son momentos de lucidez. Otras, simplemente te das cuenta de la sencillez que anhelas, la tranquilidad y la relajación del tiempo parado, de la no necesidad de correr en la vida. Hacía varias semanas que no me paraba a leer un libro, algo tan básico como eso. Y yo sé que esto significa algo malo para mí. No es normal. Ayer fue un momento de tranquilidad, lucidez y confort,  tomar un libro casi al azar en la biblioteca de la casa de un amigo (foto). Y fue este libro de Galeano el que tomé prestado: “El libro de los abrazos”. Entre sus microrrelatos, me gustó cuando dice:

“El mundo es eso…Un montón de gente, un mar de fueguitos.  Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”.


Casi todo el mundo conocerá su obra más famosa pienso, “Las venas abiertas de América Latina”. Ya nadie reflexiona. Está bien que alguien lo hago por nosotros, o nos conduzca un poco, si no somos capaces de hacerlo nosotros mismos.   

P.D.: me enviaron este tema que cuelgo en el post, es un clásico ya tal vez en mucha de la gente que lea el blog, lo suelo escuchar. Y ahí va también mi pequeño homenaje.

¡Buenas vacaciones a todos!

lunes, 7 de julio de 2014

Todo llega, abran las puertas

Los últimos tiempos han sido revueltos, complicados, agradecidos. El fin de semana acabó en luz, mar y “fuerte música” en Fuerteventura; allí fotografié esta puerta. Hoy he hablado largo y tendido con alguien que despierta bastante luz y se le ve adentro, sin complejos tal como es, aunque sean momentos complicados. “Cuando se cierra una puerta se abren mil y una opciones”: que frase tan tópica como cínica a veces, -frívola, fría y seca hasta la dura realidad-, pero en el fondo así es. Esta puerta simboliza muchas cosas, el azul sobre el pacífico blanco, el cielo sobre nuestro cerebro noqueado, nublado por “veces y reveces”.


Hace tiempo que no escribo, son tiempos de transición (o eso quiero pensar), o a eso quiero agarrarme jeje. Parece que llegan noticias importantes, buenas noticias para todos. Ayer tocábamos las guitarras mientras improvisaba este “amigo” por conocer que hemos encontrado en la casa de todos, en guamasa. Por casualidad y porque así se dio en una bonita tarde de domingo. Cuelgo el video de este cantante “liricida” que viene de la isla redonda, que canta a raíles y vagones por trenes de toda España, para ganarse el salario que nadie asegura a nadie.

"Todo llega" dice este tema que estoy escuchando de Anibal, no soy gran fan del rap, pero es una manera de escuchar intensamente el mensaje de la gente que nos rodea, empatía me decían hoy, fundamente. Ponerse en el lugar del otro, no se da mucho.