sábado, 24 de julio de 2010

Estamos

Hola de nuevo; desde Tenerife retomo el blog, han pasado 24 días desde que estoy en el país otra vez; una danza tras otra, un balance tras otro.

En pocas semanas se escribe una vida, en pocos segundos se rompen muchas vías. Madrid es América, el ritmo de la calle y su gente te susurra una historia al oído a cada paso; caminaba sólo embobado con tanta gente guapa, limpia, bien vestida, rica, etc., y yo era parte de ese entramado en el que ya no me reconocía, o sí. Una pareja de uruguayos o argentinos discuten en medio del Madrid de los Austrias: “le prometiste a mi padre que me cuidarías, no lo estás haciendo…” entre lágrimas y aspavientos se despiden y se marcan, vida y sentimientos en cada rincón, las camareras todas suramericanas me parecen de lo más tierno, pido cualquier cosa y me tratan como a un hijo, como a un amigo o … simplemente como a un buen cliente que les deja propina y sonríe porque así lo siente en esta bienvenida.

Aquí, en Tenerife, esta semana ha sido el inicio de mi adaptación, me gusta lo que veo, lo que huelo, lo que siento, porque es mi sabor preferido, pero he aprendido que hay muchos sabores en el mundo, que se pueden combinar, que puedes ir a heladerías diferentes y que son todas maravillosas.

Ahora soy más paciente que lo que nunca fui, y sin embargo a veces tiro la paciencia a la basura y me reciclo, aunque me gusta el sabor añejo. Descanso, a veces pienso y a veces ni eso, me cultivo y me bebo, sin pretensiones me escucho y, a veces, hasta me detesto, pero tan bien por dentro en este mismo instante que empiezo a ver los mundos tan distantes que son mi vida y mi única vida.

En una sola podemos esperar, pero para qué… prefiero buscar.
En una casi completa normalidad, no sé si alguien leerá esto, pero echo de menos anteriores noches y mañanas en que buscaba tiempo para escribir unos minutos en este blog, queriendo decir, queriendo clamar.

Un abrazo, no creo que sea muy emocionante este blog en este agosto, pero sin duda que volveremos, tal vez desde Angola otra vez, y sino otra misión en otro país.

P.D.: la foto es Teno, punta nor-oeste de Tenerife; seré yo tan viejo y feliz para poder navegar todos los días como en una de esas barcas?