viernes, 27 de noviembre de 2009

Viaje de observación y evaluación

Anoche llegué de Kinje, comuna del municipio de Kalandula, provincia de Malanje; viajé tres días para ver proyectos “in situ” que se están cerrando, producción agraria, pesca artesanal, fortalecimiento institucional, equidad de género, educación.

Entre el mato africano, se encuentran las aldeas, perteneciente a comunas administrativas, en poblados denominados Kimbas; con un par de técnicos angolanos de la ONG local y española correspondientes que subvencionamos, trabajamos dos días visitando algunos micro-proyectos, discutiendo sobre resultados y dialogando sobre líneas de desarrollo a seguir, en cooperativismo, redes comerciales, etc. Una vez cubierto el hambre, “a fome”, hay que intentar crear ciertos beneficios en las familias para poder optar a otros servicios, bienes, y mejorar en ciertos aspectos; siempre teniendo en cuenta que el desarrollo económico o rural en estos casos, no es lo mismo que en contextos de otra índole, obviamente.

Me reuní con el administrador general, de manera muy humilde pero muy organizada, en cuatro sillas de plástico y tres metros cuadrados, me presentan y dialogo un poco de cómo va la situación, esto arropado por los técnicos locales que se encargan del proyecto al cual subvencionamos para dos años.

Los pibes alucinaban con el único blanquito por allí, y los aldeanos estaban muy pendientes de todo, sin demasiadas quejas y muy educados, todo bien y reconfortante, y aunque la pobreza y los recursos son los que todos sabemos, no hace falta que describa penurias que todos hemos visto miles de veces por la tele, la gente vive dignamente y medianamente organizada, por lo menos por aquí; sé de otras comunas al sur de Angola de más dureza y violencia, algo que yo no ví en esta ocasión.

Siento la tardanza en los artículos, pero no dispongo de internet más que en la oficina. Ahora me acaba de llamar el jefe para que resuelva el asunto de una vez sin falta, tengo que dejarlo ya, un abrazo ¡!

jueves, 19 de noviembre de 2009

H dos O


Cenábamos ayer en un chino, sí, aquí en Luanda también existen estos curiosos y disciplinados personajes. Degustando los clásicos rollitos, carnes con no se qué y arroces con no se cuanto, discutíamos sobre los precios del agua. “Tal marca cuesta tanto”,”he visto en el mundo verde la Rochelie a 80 Kwanzas el litro”, “yo la caramulo a 150, y demás comentarios y comparaciones con el valor de la gasolina o la cerveza por ejemplo. De pronto, uno de los colegas y contertulio exclamó: “chicos, no os estáis dando cuenta de que estamos debatiendo sobre marcas y precios de agua”, je. A esto te lleva Luanda, acabas como una “regadera”, nunca mejor dicho. Nos reímos y cambiamos de tercio, mas a la hora de la compra volveremos a mirar marcas y coger la más barata, aquí es un coste elevado el beber agua, mucho más caro que la leche, gasolina o cerveza.

En la foto, uno de los vertederos por los que paso en coche casi todos los días, la chica es guapa y está muy limpia, siempre en contraste con el entorno. Aún no sé como conseguirán ir tan limpios, dignos y elegantes, con tan pocas condiciones y, a veces, esperanzas. Siempre se capta una mirada triste.

NA LUTA, É A ESPERANÇA

martes, 17 de noviembre de 2009


Ha sido un fin de semana muy tranquilo, para descansar y reposar, ahora puedo decir que estoy al cien por cien, me siento bastante fuerte y ya plenamente asentado en este país y con esta gente; ahora me encuentro bastante cómodo en general. Acabo de salir de una reunión con mi jefe y con la representante de proyectos bilaterales de la Secretaría de Estado para el Desarrollo de Angola, una chica de treinta y pocos años, gordita y risueña, Julia, muy simpática, ha estado desde los 14 a los 30 viviendo en Lisboa, esto se nota por el carácter más dulce y amable, no tan en “alerta”.

Tengo bastante trabajo para esta semana, esto va por rachas, la semana que viene viajo 3 ó 4 días para Malanje, tendré que evaluar la situación final de un proyecto por allí, y alguna cosa más en la que pueda apoyar y aprender.
Mi compi de casa y curro, gestora cultural de la oficina para Angola, ha marchado para Benguela, un lugar precioso por lo visto, toda la semana a algún seminario y visita en “campo” de algún proyecto de salud o educación, así que tengo la casa para mí solo esta semana, esto también se notará. Esta mañana venía en coche solitario ,con la música puesta, buena música, mezclado con todo lo que veo a diario, da para pensar y repasar toda tu vida, todas las vidas, y más ..jeje.
Últimamente callejo mucho por Luanda, me gusta, he descubierto alguna tasca interesante y tienda de ropa algo más barato que lo habitual aquí, que es prohibitivo incluso para nosotros en muchos casos. He tomado fotos, pero ahora no llevo en cima, por tanto cuelgo alguna foto de la playa que aún tengo por aquí y siempre dan buen “rollo”.
Se va casi todo el mundo de la oficina en Navidad, tendremos que quedarnos Maite y yo a cargo y tendremos pocos días de vacaciones, pero si todo sale bien espero ir 6 ó 7 días a Mozambique.
Ojalá.
Saludos, Jaime
Luanda_Angola.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Nunca es tarde si la dicha....


Bueno. por fin. He estado algo enfermo, no tengo internet en casa desde hace ya más de una semana, y he tenido algún problemilla logístico también. Llevo dos o tres días en la “XV Jornadas Técnico Científicas de Angola” para el Desarrollo e Investigación Pesquera, me voy pitando, y por todo esto me ha sido imposible escribir antes.

Todo bien, salvo algunos días malos por mi estado de salud, pero ya voy progresando, nada grave y que no se pueda solucionar. La vida aquí igual, los días pasan y siempre quedan asuntos pendientes, no hay tiempo para nada, todo conlleva miles de complicaciones, incluso ir a tomar un café, je. Por ejemplo, hace un par de días sacando unas fotos por la ciudad, me paro un policía a decirme si tenía licencia para sacar fotos, y eso aquí no existe, vaya cabronazo el tipo. Le dije con algo de cabreo que trabajaba para la embajada española y que simplemente me gustaba el edificio y le tomaba una foto y punto. Me hizo enseñarle las fotos, y cuando me cansé un poco ya, abrí mi riñonera para coger mi documentación, casi metió su careto a mirar el par de billetes de 2000 Kwanzas que llevaba, su cara se tornó alegre al ver el color de los billetes, y yo veía la jugada entera desde arriba, pues era bastante pequeño el guindilla. La sorpresa fue cuando vio que en vez de coger los billetes, saqué el cartón verde diplomático de asuntos exteriores, con el cual ni me puede revisar ni a mí ni al coche, todo bien y se fue otra vez cruzando la calle con sus compinches, a esperar a alguna otra presa a ver si funciona el negocio. Esto es normal aquí jeje.
En fin, esta anécdota ya está bien por ahora, que llego tarde y el tráfico supongo estará imposible, como siempre.
Un abrazo a todos!!

lunes, 2 de noviembre de 2009

Cabo Ledo. Paraíso.

He llegado de Cabo Ledo, las sensaciones no pueden ser mejores; sentir el mar, la arena, el sol, este es un lugar que aguantará mucho tiempo la presión humana por lo recóndito de su situación. A casi dos horas hacia el sur de Luanda, cruzando el río Kwanza y el Parque Nacional de Quiçama, se encuentra esta playita con un pequeño poblado de pescadores, un chiringuito donde comer langosta y pescado y alguna casita para blancos occidentales que quieran perderse por unos días o para siempre, también los habrá.

Así me encuentro, recuperando el alma, la felicidad, el bienestar, la humildad, la tranquilidad, la fluidez, el trato, la paz y el cariño; uno puede volver a otros avatares y no perder la calma con las dificultades, volviendo a recorrer caminos tempestuosos sabiendo que las bifurcaciones serán obligatorias, pero teniendo un camino que andar.

Qué más que poder aprender toda la vida, incluso en estos tiempos en que nada parece fácil, aquí mucho más y mucho menos, mirando al pasado con la sonrisa puesta y recta de quien puede imaginar un futuro. Qué suerte algunos.

Veo fotos de amigos por internet en alguna cena por Tenerife o Madrid, no me reconozco en ninguna imagen, y no solo porque no salga en la foto. Ni más ni menos, ni mejor ni peor, pero ahora no; la perspectiva que tengo del mundo cambia todos los días, me hace dudar todo, lo que siento cuando salgo del pequeño oasis donde vivo y me abren las puertas dos angolanos y un policía detiene el tráfico para que me incorpore con el coche a la circulación; tengo dudas cuando recorro el museque, cuando voy a comprar y vienen cinco niños a pedirme dinero, cuando cambio 100 dólares por Kwanzas en el trapicheo de la calle, cuando me enfado con un angolano, cuando una angolana me sonríe, cuando te miran de manera despectiva y con el rencor de quien siente que ha sido humillado y ultrajado, creyendo que tenemos una deuda pendiente, y la tenemos, pero qué difícil es pagar la “cuenta”.

Pero en el fondo, somos iguales. No somos tan importantes.